El sistema Lely Vector salió al mercado en 2012. Este sistema automático de alimentación incluye un local de cocina con una pinza de carga, además de un robot de mezclado y alimentación. En el local de cocina se preparan varios tipos de alimentos, que se recogen con la pinza de carga y se introducen en el robot de mezclado y alimentación. De este modo, se lleva la ración mezclada al punto específico y adecuado del pasillo de alimentación en el establo.
Mayor producción de leche
«Gracias a este lanzamiento mundial, hemos tenido la oportunidad de trabajar con una amplia variedad de tipos de alimentación y condiciones meteorológicas. Sin duda alguna, el sistema ha demostrado su capacidad», añade De Jong. «Tras su presentación, leímos comentarios en Internet en los que se expresaban dudas acerca del local de cocina y la pinza de carga. Sin embargo, en estos momentos, estos son los elementos que despiertan mayor entusiasmo entre los usuarios. El alimento se recoge de los bloques justo antes de la alimentación, lo cual significa que dicho alimento está más fresco cuando llega a las vacas. Esto, junto con el suministro de raciones consistentes y personalizadas, acaba dando como resultado una mayor producción de leche.
El sistema también es adecuado para grandes explotaciones
Además del local de cocina, el robot de alimentación del sistema Vector también resulta incomparable. Al medir la cantidad de alimento que queda en el pasillo de alimentación, el robot sabe cuándo debe añadir alimento fresco o simplemente seguir su camino. De este modo, siempre hay disponible alimento fresco suficiente, ni una cantidad excesiva ni insuficiente. El año pasado, se instalaron algunos sistemas Vector con dos robots de alimentación. De Jong comenta: «El éxito de estos sistemas “duales” demuestra que este concepto es muy flexible y perfectamente adecuado para empresas y explotaciones de mayor tamaño. En principio, un local de cocina es suficiente para alimentar de forma continua a quinientas vacas.
Menor consumo energético
De Jong señala que los usuarios también están contentos con la reducción en su consumo energético. «Si comparamos el consumo del sistema Lely Vector con el consumo que supone alimentar a los animales con dispositivos de mezclado autopropulsados o remolcados, el ahorro es considerable. Además, es mucho más limpio de utilizar y permanece de forma silenciosa en el establo durante todo el día. Molesta menos a las vacas y esto también se nota en la producción de leche».
«No hay fallos suficientes»
Dos años después de su presentación, ha quedado claro que la fiabilidad del sistema Lely Vector es una de sus grandes virtudes. Entre risas, De Jong afirma: «¡Hemos tenido instaladores que incluso se quejaban de que no trabajaban lo suficiente con los sistemas Vector porque apenas se producían fallos! Naturalmente, esto es una broma, pero también es una prueba definitiva de la solidez del sistema».
