• Milking
3 sept3:21 p. m.

cx

Tuvimos la oportunidad de hablar con Neville Williams, un productor de North Island (Nueva Zelanda) que dirige una producción lechera robotizada ecológica. Durante nuestra conversación, exploramos las razones de la singular configuración de su tambo y profundizamos en sus motivaciones para adoptar métodos de agricultura ecológica y ordeño automatizado.

¿Cuáles son los mayores retos de una producción láctea ecológica?

"La mastitis era nuestro mayor reto. En la producción convencional tú puedes tratar a tu rebaño con antibióticos, pero nosotros no. Nos costó un poco, pero con el tiempo puedes desarrollar un rebaño resistente a la mastitis hasta cierto punto, que es lo que hemos hecho. También estamos limitados con la alimentación. Tenemos piensos que son más caros porque alimentamos con melaza orgánica a través de robots".

¿Qué le llevó a pasarse a la producción ecológica?

"Un reto. Al principio nos dedicábamos a la producción convencional y luego pasamos a la de alto rendimiento. Ordeñamos una vez al día durante diez años y ahora hacemos esto. Llevamos 14 ó 15 años en la producción ecológica. Ser ecológico te crea más trabajo, pero la remuneración puede ser bastante buena".

¿Por qué se decidió por la robótica?

"Siempre me interesó la robótica, hace ya 30 años. En Hamilton íbamos a ver algunos tambos robotizados y pensamos que Lely era la mejor, parecía que funcionaba mejor. Estábamos acostumbrados a ordeñar unas 350 al año, ahora hacemos una producción similar a partir de unas 280, alcanzamos mejor los picos. Los robots se han vuelto más fiables con el tiempo. Al principio había que aprender un poco, pero lo hemos solucionado y ahora funcionan muy bien.

Otro reto era conseguir robots. Tienes que tener un reto en la vida, no puedes hacer lo mismo durante 40 años y no cambiarlo. Sería muy aburrido".