Está demostrado que una alimentación frecuente tiene un efecto positivo en la salud y la producción láctea de las vacas. Mezclar las porciones adecuadas y en las cantidades acertadas, y liberarlas en el momento preciso, requiere conocimientos, experiencia y tiempo. Los sistemas de alimentación automática y otros equipos innovadores se encargan de alimentar cada día al rebaño con la máxima eficiencia, ayudando a mejorar la salud de los animales.
El empuje frecuente del alimento y la precisión de las raciones garantizan que los animales consumen alimento de la forma más eficaz posible, lo cual trae consigo el crecimiento saludable y el aumento de la producción. Cada grupo dentro del rebaño recibe siempre las cantidades correctas de alimento para la edad de la vaca y su fase en el ciclo de lactación. Esto permite reducir el tiempo empleado y obtener el máximo beneficio de la estrategia de alimentación aplicada a la supervisión de la producción de leche, lo cual a su vez representa una mejora en la eficiencia.