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Aumentar la frecuencia del suministro de alimento compensa: estimula el consumo de alimento tanto durante el día como durante la noche, con lo que se obtiene una mayor ingesta de alimento por parte de las vacas. Esto no solo tiene un efecto positivo sobre la salud de los animales, sino que también mejora la fertilidad, la producción y sus resultados económicos.
Los beneficios de un suministro de alimento frecuente
Una vaca sana es una vaca productiva que come entre 10 y 14 porciones de forraje fresco al día. Por tal razón, es vital que haya siempre alimento disponible en la cornadiza. Esto garantiza un nivel de pH óptimo y estable, y un uso más eficiente del alimento.
Cuando las vacas no pueden acceder al alimento de forma regular a lo largo del día, una ingesta de una gran cantidad de alimento rápidamente fermentable provoca una caída drástica en el pH de los animales. Esto puede llevar a provocar acidosis subclínica del rumen, lo que a su vez dañará la pared del rumen. Además, el alimento pasará por el rumen demasiado rápido, mientras que las bacterias encargadas de la fermentación de la fibra cruda no serán efectivas con un pH bajo.
Un suministro de alimento regular y frecuente para mantener la salud de sus vacas. Las anima a acercarse a la cornadiza con más frecuencia hasta volver a llenar el rumen.
Ingesta de alimento óptima y disponibilidad constante
El forraje fresco es lo que más motiva a las vacas para acercarse a la cornadiza. Al utilizar un remolque de alimentación que suministra alimento de dos a tres veces al día se consigue un equilibrio óptimo entre la cantidad de trabajo que se realiza y la ingesta de alimento óptima. Al mismo tiempo, necesitará suministrar el alimento de seis a ocho veces al día para garantizar que los animales tengan un acceso constante al alimento.
Menos presión sobre las patas delanteras y el cuello
Un suministro de alimento frecuente también tiene un efecto positivo sobre la salud de las pezuñas. Dado que el alimento está siempre al alcance de todas las vacas, ya no tienen que estirarse para conseguirlo. Esto reduce la presión sobre las pezuñas delanteras y los cuellos.
Cuando el suministro de alimento es limitado, las vacas subordinadas a menudo son apartadas, lo que hace que tengan que colocarse en posiciones extrañas y que sus pezuñas estén sometidas a una presión extra. Esto puede generar problemas relacionados con las pezuñas.
Menos estrés
El estrés y las agresiones en la cornadiza se producen cuando el alimento es limitado o cuando resulta difícil acceder a él. Las vacas subordinadas siempre tendrán que esperar a que las vacas más dominantes acaben de comer. Comerán de forma rápida y, a menudo, una cantidad menor. Si siempre hay alimento suficiente y apetitoso, este estrés se reducirá en gran medida.
Menos restos de alimento
Al suministrar alimento de forma regular y al estar este alimento siempre al alcance de las vacas, la selección del alimento es casi imposible, ya que se está fomentando que las vacas lo coman todo. Esto supone una reducción en los restos de alimento.
Realizar de 6 a 8 rondas de suministro de alimento al día reduce la cantidad de resto de alimento en aproximadamente un 50% en comparación con las explotaciones donde solo se realizan dos o tres rondas de suministro de alimento.