Introduction
La salud de las vacas es un factor fundamental para cualquier explotación láctea. Un rebaño sano contribuye a un negocio boyante. De esta manera, los ganaderos con explotaciones lácteas pueden centrarse en disfrutar de un futuro sostenible, provechoso y satisfactorio.
Una vaca sana no padece estrés, goza de espacio suficiente y se comporta con naturalidad. Con el fin de estimular el comportamiento natural, es importante que la vaca pueda decidir sobre su comida, su bebida, su descanso o su ordeño. El concepto de tráfico libre de las vacas es, junto con la propia vaca, el punto central de nuestra actividad.
Vacas sin estrés y productivas
Una vaca sana y libre de estrés es una vaca productiva. Al darle a las vacas libertad de movimiento y espacio, está contribuyendo a reducir su estrés. Deles un lugar en donde puedan descansar y acceder fácilmente al alimento fresco y al agua, sin perder de vista a
las demás vacas. Esta libertad de movimiento fomenta un comportamiento natural y reduce los niveles de estrés. Ahora, la vaca puede llevar su propio ritmo, lo que estimula su actividad y dispara su productividad.
Alimentación
Por otro lado, una rumia saludable estimula la actividad de su rebaño. La rumia saludable es el resultado de un política de alimentación adecuada. Al ajustar el alimento a los requisitos nutricionales de la vaca, está velando no solo por su salud sino también por su fertilidad y su productividad. Una vaca saludable y activa se acerca con más frecuencia a la cornadiza y al robot de ordeño.
Además, una rumia óptima estimula la salud global de las vacas, lo cual reduce el riesgo de enfermedades e infecciones.